La asociación cultural Cor de Suro lanza la convocatoria de participación para Bosque Habitado, un laboratorio creativo de arte efímero que tendrá lugar en el Parque Natural de la Sierra Espadán durante los meses de abril y mayo de 2025.
La iniciativa seleccionará a 15 artistas, artesanos/as y creadores/as para desarrollar obras artísticas con materiales naturales, especialmente corcho, en un entorno de bosque de alcornoques. El objetivo es explorar el arte en diálogo con la naturaleza, revalorizando tanto el patrimonio natural como el cultural del territorio corchero.
El laboratorio se estructura en cuatro fases:
Introducción al entorno (26 de abril)
Talleres y experimentación con el corcho (27 de abril)
Diseño y creación de obras (1 al 4 de mayo)
Instalación e inauguración pública en el bosque (10 y 11 de mayo)
La participación incluye formación especializada, materiales, herramientas y alimentación, todo ello 100% subvencionado. Las actividades se desarrollarán en el taller de Cor de Suro (Eslida) y en un paraje natural cuidadosamente seleccionado del Parque Natural.
La convocatoria está abierta hasta el 15 de abril de 2025, y las personas interesadas pueden inscribirse a través del formulario online disponible en [incluir enlace].
Bosque Habitado forma parte del proyecto Cork Experience: El Corcho, un Mundo por Descubrir, financiado por la Unión Europea – Next Generation EU a través del Ministerio de Industria y Turismo, dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
Aquí tenéis este magnífico vídeo donde se recogen algunas de las mejores imágenes de la residencia creativa en torno al corcho organizada por la Societat d’Amics de la Serra Espadà, en el Espacio de Encuentros Rurales «La Surera» de Almedíjar (Castellón), durante el verano de 2021.
El vídeo también recoge las declaraciones de los residentes, futuros promotores y promotoras del corcho, que continúan apostando por este material, como así lo demuestra su participación durante la segunda fase del proyecto, actualmente en curso.
Una vez impartidos los talleres prácticos en torno al diseño y manufactura de artesanías de corcho, el siguiente reto para el proyecto SuberLab consistía en organizar una residencia creativa participada por todos/as aquellos/as aprendices que habían mostrado un mayor interés por seguir trabajando con este material, desarrollándose finalmente ésta durante un total de 10 jornadas, a lo largo del mes de junio, julio y agosto de 2021, en las instalaciones del Espacio de Encuentros Rurales “La Surera”, en Almedíjar.
La tarea no fue sencilla, sobretodo porque encontramos muy pocas personas con experiencia capaces de dinamizar un espacio creativo de este tipo, lo que nos llevó a recorrer el apasionante camino de la autogestión (de ahí el nombre de Juana Paloma, alter ego femenino de Juan Palomo), tomando como referencia algunas experiencias documentadas por entidades al otro lado del océano, en concreto las residencias organizadas por Manufactura Nacional en Chile.
También tuvimos la suerte de conocer, de la mano de Angelines Vicente Schmid y Carmen García Gordilo, la experiencia de las residencias artísticas organizadas por un grupo de artistas europeos denominado Frequenzen, que en 2014 organizaron un encuentro de 10 días en el municipio de Higueras.
Una vez tomada esta decisión, nos pusimos manos a la obra, abordando de forma participativa el diseño de la residencia, para lo cual consideramos necesario incluir no solo espacios para el trabajo personal y colectivo, sino también para el conocimiento del territorio y de sus pobladores, sin olvidarnos del ocio y el descanso.
Esta primera etapa del proceso creativo, como no podía ser de otra forma, también nos llevó a socializar con el resto de compañeros/as nuestro vínculo o experiencia previa con el corcho, así como nuestras motivaciones y nuestras expectativas con respecto a la residencia.
Durante la fase denominada de inmersión, apostamos por diversas actividades dirigidas a aumentar nuestro conocimiento sobre el corcho natural, tales como: una demostración de saca de corcho de la mano del experimentado “pelador” Manolo Fuster, una visita al taller del artesano local Evaristo Monzonís, un recorrido por el municipio de Almedíjar acompañada de entrevistas a algunos de sus vecinos/as más respresentativos/as, una visita a la fábrica de tapones de Pepe Mondragón en Soneja, o un paseo entre alcornoques en el que aprovechamos para “cosechar” el bornizo (corcho virgen) que más tarde transformaríamos en macetas.
Para encontrar el hilo conductor de nuestra residencia, posiblemente la tarea más complicada debido a los diferentes perfiles e intereses de los/las aprendices, optamos por implementar una sencilla “tormenta de ideas”, mediante la cual logramos consensuar un propósito común: crear objetos de corcho natural que pudieran emplazarse en el propio espacio de trabajo y que permitieran visibilizar y dar a conocer este material entre los/las usuarios/as de La Surera.
Una vez establecido este reto colectivo, cada residente se concentró en definir su propuesta, basándose para ello en su propia experiencia y en sus motivaciones. Esta investigación personal les permitió concretar el trabajo a realizar a partir de ese momento, lo que se tradujo en una serie de bocetos y una lista de materiales necesarios para la fabricación de cada propuesta, aunque también hubo quien fue más allá elaborando un panel conceptual que posteriormente presentó al resto de compañeros/as como el objeto de recoger sus impresiones.
La manufactura de los objetos de corcho fue evidentemente la fase más dilatada de todo el proceso creativo. Los/las residentes dispusieron para ello de un aula-taller totalmente equipada gracias al proyecto SuberLab, así como el acceso a todos los materiales y herramientas necesarias para plasmar sus ideas sobre las panas de corcho.
Una vez listas las artesanías, se organizó una pequeña exposición en la plaza del Ayuntamiento de Almedíjar, con el objetivo de compartir con los vecinos y vecinas del municipio el trabajo realizado por los/las residentes. También se puso a disposición de los/las asistentes los materiales y herramientas necesarias para que confeccionaran sus propias macetas de bornizo.
Finalmente, ya en las instalaciones de La Surera, dimos por cerrada esta primera parte del proyecto, recogiendo las impresiones de cada uno de los/las residentes y concretando las acciones que se pondrán en marcha a partir de ahora. Todos/as coincidieron en que la residencia ha funcionado como espacio creativo, pero también como espacio de convivencia, lo que ha permitido establecer sinergias y estrechar lazos entre ellos y ellas, favoreciendo sin duda la cohesión de este grupo de futuros promotores/as del corcho.
Debido a las actuales restricciones de la movilidad, esta semana hemos optado por realizar una visita virtual. Y como el mundo virtual no entiende ni de espacio ni de tiempo, hemos aprovechado para viajar hasta la cuna del corcho, que podríamos situar sin riesgo a equivocarnos entre las regiones del Alentejo y del Algarve, en el sur de Portugal. Allí hemos localizado a un auténtico maestro artesano del corcho, concretamente en São Brás de Alportel.
Llegamos hasta António Luz gracias a la página web de una interesante iniciativa llamada TASA (Técnicas Ancestrales, Soluciones Actuales), cuyo objetivos es revalorizar las artesanías del Algarve, promoviendo el trabajo colaborativo entre artesanos/as, diseñadores/as y otros/as profesionales.
António -que fue carpintero antes que artesano del corcho- no tenía ningún vinculo con este material hasta que la crisis del 2008, con casi 60 años, le llevó a replantearse su futuro. En ese momento fue cuando empezó a trabajar con el corcho -el recurso natural históricamente más importante en el municipio que le vio nacer y donde reside desde siempre- elaborando sus propias piezas y participando en pequeñas ferias y muestras artesanías para darlas a conocer.
Fue el gran interés de los clientes por sus creaciones, el incentivo necesario para que un simple pasatiempo se convirtiera en una ocupación. La proximidad a los proveedores de corcho también resultó ser un factor importante de su éxito entre el público, ya que este hecho garantiza la calidad del material utilizado y por tanto del producto final.
Todas las piezas son elaboradas a mano: ensaladeras, fruteros, lámparas, vinagreras, posa-vasos, etc., tratando que sean útiles y tengan un diseño contemporáneo que las distinga de lo que ya existe en el mercado artesanal.
Y es que António es un firme defensor de la innovación en el mundo de las artesanías y está convencido que ésta es la mejor forma de garantizar su continuidad, siendo necesario para ello que los clientes reconozcan el valor de las creaciones más sofisticadas, ya que según sus propias palabras: “se necesita más tiempo para hacer, requiere más paciencia, hacer y rehacer con todo cuidado ”.
Considera António que la transmisión de valores a los más jóvenes a través de la promoción del corcho y de su historia, unido al hecho demostrable de que este material posee unas características que le permiten ser empleado para muchos propósitos más allá de la convencional fabricación de tapones, son factores determinante para atraer a nuevos clientes.
Pero mejor vamos a escuchar estas reflexiones de boca de su propio autor, aprovechando para ello un documental grabado en 2018 sobre el sector corchero en el Algarve, donde podemos disfrutar de una muestra de su trabajo y de unas tomas de su taller a partir del minuto 09:45.
Agradecemos la colaboración de Ana Fialho (Pell d’Arbre) que amablemente ha traducido sus palabras y las ha transcrito para todos/as nosotros/as:
“Hoy en día se está aprovechando el corcho para más cosas. Antiguamente servía sobre todo para hacer tapones. También se usa para hacer aislamientos, tejidos, piezas con corcho triturado, suelos, etc. La tecnología también ayudó en esa diversificación»
«Se puede hacer cualquier cosa con el corcho. Por ahora todo lo que imaginé lo pude hacer. Creé trucos para dar consistencia al corcho fino. Muchas horas de trabajo probando. Hago piezas finas pero bastante resistentes. Voy a hacer un sillín de bici en corcho. Las ideas para las piezas me surgen muchas veces sin conexión unas con las otras. Veo algo y pienso: ahora voy a hacer algo así o asá, y luego me viene otra idea que no tiene nada que ver con las cosa que estaba viendo”
“En algunos casos el corcho es más difícil de trabajar que la madera y en otros es más fácil. Pero sobre todo diría que es más difícil porque las máquinas que uso están diseñadas para trabajar la madera. No hay máquinas específicas para hacer este trabajo en corcho. Tenemos que adaptar las máquinas que hay. El corcho crea mucha fricción, se calienta y se agarra a las cuchillas al contrario que la madera»
“Lo que más me gusta hacer no es lo que más vendo. Lo que me gusta más hacer son piezas grandes y complicadas. Cosas que nadie imagina que se pueden hacer en corcho, esas son las que me dan más placer en crear. Lo que vendo más son todo el tipo de piezas más pequeñas, como los elefantitos. Y también muchos objetos útiles como lámparas, botellas, vasos, etc. También depende del sitio donde voy a vender. En unos mercados vendo más de esto, en otros más de aquello”
“No todos los experimentos que hago funcionan. A veces imaginas algo y luego hay cosas que no habías tenido en cuenta. Otras veces los experimentos no funcionan para lo que pensabas pero acaban funcionando para otras cosas. Al final siempre se aprende, aunque no salga nada del experimento”
Esta semana nos hemos vuelto a trasladar al céntrico barrio del Carmen de Valencia para conocer de primera mano el único establecimiento de la ciudad especializado en la venta de corcho: Corchos Gómez, ubicado en la pintoresca calle Quart y abierto desde 1944.
Su propietario Jorge Gómez nos recibe amablemente tras el mostrador de su tienda y se pone a nuestra entera disposición durante el lapso de tiempo libre entre cliente y cliente.
Jorge nos cuenta que los principales formatos de corcho con los que trabaja son los rollos, las planchas, las pizarras, los revestimientos, las bolas, los tapones, el tejido y el papel; la mayor parte de ellos suministrados por la industria gerundense. En cuanto a los objetos de corcho, la mayoría están fabricados con aglomerado y proceden de Portugal, destacando entre ellos los accesorios de cocina, los ladrillos y las esterillas de yoga.
La únicas artesanías que encontramos en la tienda son unas alfombrilla de corcho natural, que provienen de Girona y que nos recuerdan a las manufacturadas por José, nuestro “artesano serrano”.
El origen geográfico de corcho, como era de esperar, es imposible de conocer a ciencia cierta, ya que las fábricas de aglomerado se nutren del triturado procedente de diferentes territorios -incluso países- lo que dificulta en gran medida la trazabilidad de la materia prima.
En cuanto al sector corchero, Jorge nos cuenta que en los últimos años ha sido significativo el descenso de la calidad del corcho que se comercializa, lo que sin embargo no ha afectado a los precios de venta, que se mantienen bastante estables, con algunas subidas puntuales, lo que nos lleva a pensar que en periodos de escasez se prioriza el uso del corcho de mayor calidad para el envasado de caldos nobles.
Jorge no tiene contacto con artesanos/as locales que trabajen el corcho y tampoco se plantea orientar su negocio hacia el turismo, a pesar de ubicarse a escasos metros de las torres de Quart, en una de las calles más transitadas del casco antiguo. Se podría decir que la idea de Corchos Gómez es continuar con la tradición familiar que a lo largo de tres generaciones les ha llevado a especializarse en la venta de corcho al por menor y de elementos decorativos para belenes.
Desde el laboratorio de corcho SuberLab os animamos visitar este comercio, especialmente si queréis experimentar la sensación de viajar al pasado, en concreto hasta un tiempo en que los derivados del petróleo todavía no habían inundado nuestra existencia. Pero si esto no fuera posible, aquí os dejamos un breve video para que os hagáis una idea.
Consideramos importante apoyar a este tipo de establecimientos y contribuir en la medida de nuestras posibilidades para que sigan prestando servicio, especialmente pensando en el día en que el oro negro empiece a escasear y tengamos de nuevo que recurrir a la piel de los árboles…
Esta vez nos hemos desplazado hasta Betxí, en la Plana Baixa de Castellón, para conocer el proyecto que Ximo inicio en 2009 con el nombre de Surit@s y que surgió como una respuesta de este inquieto betxinenc ante la crisis económica que empezaba a azotarnos por aquellos años.
Y es que, a pesar de no contar con antecedentes familiares, resulta evidente que Ximo tiene madera de artista. Sus creaciones son al mismo tiempo una vía para darle rienda suelta a su imaginación y una nueva oportunidad para materiales que de otra forma acabarían en la basura. Así pues, nos encontramos ante otra iniciativa de upcycling o supraciclaje, es decir, una forma de reciclaje que transforma materiales que serían considerados desechos en productos de mayor valor, con todo lo que ello supone.
¿Y cuál es la materia prima fuente de su inspiración? Pues lo habéis adivinado: el corcho, en concreto los miles de tapones que la gente de su entorno empezó un buen día a guardarle y entregarle con cariño en bolsas y cajas. Gracias a él hemos descubierto que no hacen falta grandes campañas de recogida de tapones de vino y cava en hogares y comercios, tan solo es necesario una buena red de familiares y amigos que crea en ti y aprecie tu trabajo, el boca-oreja y la solidaridad harán el resto.
En los últimos años, el puesto de Surit@s ha sido un clásico en las ferias de verano de los pueblos de la Sierra Espadán, en especial en los municipios de la comarca de la Plana Baixa. Somos testigos de que desde el comienzo sus creaciones han sido muy bien recibidas por los asistentes a estos eventos, especialmente entre los más peques.
Su producto estrella son los suritos: personajes elaborados con tapones de corcho, alambres, pinzas, y multitud de materiales reciclados cuyo nuevo uso no deja indiferente a clientes/as y curiosos/as. Y es que Ximo disfruta presenciando la cara de asombro de estos/as, para lo cual no duda en compartir con ellos/as todos sus secretos.
Estos personajes fueron evolucionando y diversificándose, de tal forma que las últimas generaciones no solo se limitan a representar profesiones, aficiones, superhéroes, famosos, etc. sino que incorporaban elaborados complementos (vehículos, instrumentos musicales, etc.) e incluso pueden llegar a recrear divertidas escenas (bandas de rock, carreras de motocultores, bodas, etc.). Aquí tenéis unas cuantas imágenes para que os hagáis una idea.
Además de los suritos, su catálogo también incluye muñecos articulados, “monigotes” reivindicativos, imanes para neveras, colgantes, llaveros, cortinas, etc. todo ello con el tapón de corcho como elemento principal.
En lo que se refiere al espacio de trabajo, es sorprendente descubrir como no se requiere de grandes medios para manufacturar las pequeñas obras de arte como las que surgen de la imaginación de Ximo: un pequeño rincón en casa, una sencilla caja de zapatos con las herramientas más comunes, y un lugar donde almacenar los envases y residuos reutilizables, es más que suficiente. Y si tenemos una terraza soleada donde se poder secar la pintura en espray aplicada, pues mejor que mejor.
Pero como ocurre tantas otras veces, el esfuerzo extra que supone la comercialización de sus creaciones y la necesidad de un trabajo por cuenta ajena para garantizar unos mínimos ingresos a lo largo del año, hizo que Ximo se replanteara su proyecto y barajara otras formas de enfocar su actividad, de tal manera que en la actualidad su estrategia ha cambiado significativamente y en lugar de salir en busca de sus clientes, prefiere trabajar por encargo, además abastecer con una muestra de sus productos uno de los comercios de su localidad.
Y como Ximo no es muy fan de las nuevas tecnologías, nos ha pedido el favor de que publiquemos su número de teléfono de contacto, así como el nombre del establecimiento en Betxí donde tiene expuestas algunas de sus artesanías, a lo cual evidentemente no nos hemos podido (ni querido) negar.
Continuamos en 2021 con nuestro empeño por seguir compartiendo información que permita despertar en vuestro interior ese interés por el corcho que necesita el proyecto SuberLab para trascender el mundo virtual y convertirse en realidad.
Con este propósito nos acercamos a conversar con Ana Fialho, el cuerpo y el alma que hay detrás de la marca Pell d’Arbre. Ana nos recibe amablemente en su taller del barrio del Carmen de Valencia y nos invita a una taza de infusión, a todas luces necesaria para entrar en calor en un día tan desapacible.
Además de una gran diseñadora y artesana, Ana es una auténtica enamorada del corcho, en gran medida gracias a su travesía por el mundo de la moda y a su origen luso. Pero no solo eso, ella también es un libro abierto, que no duda en compartir su experiencia con nosotros/as y con todo el mundo que le dedique un momento a visitar su página web, donde se recogen las motivaciones, la filosofía y las peculiaridades de su proyecto.
Sus creaciones son principalmente complementos de moda elaborados con tejido de corcho natural (no aglomerado), con un diseño y unos acabados muy cuidados. El tejido de corcho empleado por Ana proviene mayoritariamente de Portugal, y aunque su intención en un futuro es abastecerse de materia prima de proximidad y libre de derivados del petróleo, las pequeñas cantidades que demanda y la actual falta de innovación en el sector, no le dan mucho margen de maniobra, ni en lo relativo a su origen ni a su composición.
Entre todos los productos de su tienda, nos gustaría detenernos en los organizadores de auriculares, no solo por su original diseño, sino por los valores solidarios que hay detrás de ellos: y es que los beneficios obtenidos en su venta son destinados íntegramente a cuatro colectivos y entidades diferentes que trabajan en pro de los derecho de los animales, del medio ambiente y de otras causas sociales, toda una declaración de principios.
En lo relativo a los medios empleados durante el proceso de fabricación de los complementos, su taller cuenta con las herramientas y equipos propios de este tipo de manufacturas, como son máquina de coser, máquina remalladora, taladro, tijeras, útiles de costura, etc. Las únicas tecnologías “duras” presentes en el proceso las encontramos en la industria que suministra el tejido de corcho, para lo cual es necesario una maquinaria especial, y en el proceso de corte de las diferentes piezas que componen sus obras, para lo cual es necesario un equipo láser que garantice la precisión y la calidad del trabajo.
En cuanto a la comercialización de las artesanías, además de la página web creada en 2020, Ana participa habitualmente en los mercados alternativos de Valencia y alrededores, sobretodo en aquellos donde los criterios de selección son más estrictos de cara a garantizar un producto local, de calidad, respetuoso con el planeta y original. También podemos encontrar algunas de sus creaciones en tiendas de moda ética y sostenible como Kúbelik (www.kubelik.es), o en escaparates virtuales para artesanos locales como Talento Local VLC (www.instagram.com/talentolocalvlc/).
En definitiva, una propuesta muy bien planteada que merece estar entre entre nuestros sitios webs de referencia… ¡enhorabuena Ana!
Por fin llego el día y pudimos charlar con el primer -y por ahora único- artesano de la Sierra de Espadán que apuesta por el corcho de una forma decidida. Su nombre es José y es vecino de Eslida, la población corchera por excelencia: no en vano podemos encontrar todavía en ella dos fábricas de tapones y una trituradora.
José no ejerce la actividad profesionalmente, ya que trabaja a tiempo completo y por cuenta ajena, dedicándole al corcho únicamente sus ratos libres, que últimamente no son muchos. Tiempo atrás, cuando esos momentos eran más frecuentes, José llego a ser un habitual en las pequeñas ferias de verano que se organizaban en los pueblos de la Sierra de Espadán. A día de hoy solo conserva una reducida muestra de sus piezas, aunque mantiene intacto su pasión por el corcho, y lo que es más importante, atesora la experiencia y el saber-hacer adquirido durante todos estos años.
Nos encontramos ante un autodidacta, un hombre que todo lo que sabe sobre el corcho lo aprendió haciendo, deshaciendo e incluso sacando. Digamos que el amor por este material no le viene de familia… o sí, según se mire, ya que históricamente el corcho fue un recurso fundamental para la subsistencia de los habitantes de la sierra, entre los que se encuentran sus antepasados.
Atendiendo a los materiales empleados, podemos decir que José se ha especializado en el corcho natural, o lo que es lo mismo, no ha tenido a bien emplear el aglomerado (corcho triturado al que se le añade un aglomerante), lo que a nuestro parecer constituye un claro ejemplo de apuesta por el aprovechamiento de los recursos locales. En concreto, dos son los formatos de trabajo utilizados: por un lado los tapones de corcho natural, con algún tipo de defecto, que son rechazados por la industria taponera y cuyo destino sería la trituradora; y por otro lado unos prismas rectangulares cortados a medida y lijados que se obtienen de las panas de corcho que emplea la industria taponera como materia prima.
En lo referente a los objetos manufacturados, queremos destacar por encima del resto las alfombrillas o esterillas, que recuperando uno de los antiguos usos entre la población local, actúan a modo de barrera aislante entre el calor del cuerpo humano y el frío del suelo. Gracias al innovador diseño desarrollado por José, y que dota al conjunto de piezas articuladas la capacidad para enrollarse y conservar su forma, estamos seguros de que a cualquiera de nosotros/as se le ocurrirían multitud de usos diferentes.
Para realizar todas estas obras de arte, el taller de José no requiere de herramientas especiales, más allá de un taladro, una buena cuchilla y un juego de gubias.
Uno de los impedimentos que plantea este artesano a la hora de poder ganarse la vida algún día con sus creaciones (o al menos complementar sus ingresos), es el hecho constatado de que la población local no valora la cantidad de horas invertidas en su manufactura, o dicho de otro modo, la mayoría de paisanos/as no están dispuestos a pagar el precio final de venta, a pesar de que muchos feliciten al artista por la calidad y belleza del producto. En este sentido José apunta que sus principales clientes son extranjeros (mayoritariamente franceses), así como residentes en otras comunidades autónomas.
Este dato es especialmente relevante a la hora de analizar las diferentes posibilidades para la comercialización de productos elaborados con un material que, según las fluctuaciones del mercado, puede alcanzar los 9 €/kg en forma de pana taponable. Una de las opciones, según José, sería alcanzar acuerdos con los suministradores para abastecerse de panas de menor grosor que no reúnan las dimensiones mínimas para la industria taponera, lo que podría reducir el precio del producto final.
Otro de los retos que nos plantea José es el hecho de que el corcho de la Sierra de Espadán, a pesar de un crecimiento más lento que el resto (saca cada 12-14 años), lo que en teoría le confiere una mayor calidad, en la práctica se ve muy afectado por plagas y enfermedades debido, entre otros, a una deficiente gestión selvícola, obligando a la industria taponera de la Sierra de Espadán a emplear en un porcentaje muy elevado corcho que proviene de otros territorios (principalmente Extremadura y Andalucía), y condenando el corcho serrano a la trituradora.
Estos aspectos es importante que los tengamos en cuenta si queremos garantizar ante el consumidor final el origen de la materia prima empleada, uno de los principios que justifican la puesta en marcha del laboratorio de corcho SuberLab.Estos aspectos es importante que los tengamos en cuenta si queremos garantizar ante el consumidor final el origen de la materia prima empleada, uno de los principios que justifican la puesta en marcha del laboratorio de corcho SuberLab.
Mientras intentamos cerrar las primeras visitas a los manufactureros/as del corcho que todavía podemos encontrar por nuestras comarcas (el viaje a otros territorios corcheros de la Península tendrá que esperar hasta que se relajen las restricciones de movilidad), vamos a aprovechar para presentaros otra iniciativa que hemos conocido gracias a internet y que merece toda nuestra atención. Se trata de la empresa Corkup, que según sus propias palabras se definen como:
Corkup es una startup que valoriza el corcho como materia natural, a través de la innovación en el branding corporativo. Acompañamos a nuestros clientes en el diseño y personalización de su artículo promocional creativo, packaging, PLV, evento, merchandising, regalo de empresa o reventa . Nuestro objetivo es promover una imagen corporativa diferencial y original, natural y sostenible. Propuestas de marketing verde o para productos únicos, de calidad e innovadores, que generan vínculos y experiencias con la marca.
El elevado número de anglicismos empleados en su presentación nos da una pista de que Corkup y nuestro proyecto (SuberLab) no juegan precisamente en la misma liga. Sin embargo, no son pocos los aspectos que nos han llamado la atención de esta iniciativa y que nos gustaría introduciros.
Uno de los puntos fuertes del proyecto Corkup, a nuestro entender, es la sistematización del proceso para el diseño y fabricación a medida de productos de corcho, gracias a la cual hemos podido recopilar información práctica sobre los variados formatos de trabajo y técnicas empleadas: el aglomerado de corcho (mezclando cocho triturado con una cola en base acuosa para compactarlo posteriormente), la tela y el papel de corcho, el fresado CNC, la inyección en molde, la impresión digital UV, la sublimación y serigrafía, y el marcado con calor, etc; lo que sin duda es un buen indicador de su versatilidad.
Respecto a los productos diseñados y fabricados, en su mayor parte se trata de encargos de otras empresas cuyo destino final suele ser el envasado de productos de alta gama, a los que se quiere diferenciar de la competencia. Como curiosidad señalar que la mayoría de los clientes de Corkup son empresas francesas. Para que os hagáis una mejor idea, os recomendamos que les echéis un vistazo a su página web empleando para ello el siguiente enlace:
Otro aspecto de su web que merece atención es el detalle con que describen el único producto de creación propia que, de momento, tienen en su catálogo: la jabonera de viaje. Un buen ejemplo de lo que supone la innovación basada en el diseño y fabricación de objetos cotidianos empleando materias primas poco habituales, en este caso corcho, todo ello aderezado con la correspondiente dosis de marketing verde.
Por último, destacar la interesante aportación de Corkup en la promoción del uso del corcho natural, lo que en la práctica se materializa en todo un apartado consagrado a este material y que os aconsejamos visitar si todavía tenéis dudas sobre la importancia de volver a poner en valor este regalo de la naturaleza.
A estas alturas, posiblemente alguno de vosotros/as se preguntará cuando vamos a hablar de uno de los sitios web “top” en visitas en lo que se refiere a la venta de artesanías y complementos elaborados con corcho. Bien, pues ese momento ha llegado.
La tienda online CXN https://corchopornaturaleza.com/ es una iniciativa de 3 extremeños/as enamorados de este material que en 2015 tomaron la decisión de emprender su propio negocio, aunque para dar este paso hizo falta que mucho tiempo antes, allá por 2007, empezaran a tomar conciencia del enorme interés de la gente por los productos elaborados con corcho. Y es que en la casa rural que Susana y Juan Antonio regentan en San Vicente de Alcántara (Badajoz), tenían por costumbre regalar pulseras y colgantes de corcho a sus huéspedes, los cuales se mostraban encantados con el obsequio y mostraban un interés especial por las posibilidades de un recurso tan abundante por en esas tierras.
Pero este sitio web no solo es la vía para comercializar sus productos, sino que también ha sido una oportunidad para que otros artesanos/as de la zona den a conocer su trabajo. Así pues, se trata de una experiencia a tener en cuenta, no solo por la calidad, variedad y originalidad de sus productos, sino por su capacidad a la hora de dinamizar un territorio sobre la base de los recursos locales, toda una declaración de principios que rescatamos de su página de inicio:
«La mayoría de los productos los diseñamos y elaboramos nosotros mismos o artesanos de la localidad, fomentando con ello el arraigo en la población, manteniendo así oficios artesanales, buscando nuevos usos para este material tan polivalente y favoreciendo la economía circular del corcho.«
En definitiva, una fuente de inspiración para nuestro proyecto, de la que podéis conocer más detalles si dedicáis unos minutos a leer la entrevista publicada en el blog Fairchanges: