Crónica de la tercera jornada en el marco del proyecto «CORK EXPERIENCE»

Bajo el cielo andaluz y entre los imponentes alcornoques del Parque Natural de los Alcornocales, la tercera jornada de sensibilización y networking del proyecto «Cork Experience: el corcho, un mundo por descubrir» tomó forma a lo largo de tres días llenos de exploración, aprendizaje y conexión.

El 29 de enero, al mediodía, el grupo, conformado por los representantes de los seis socios del proyecto – la asociación «Cor de Suro», la Red Europea de Territorios Corcheros (RETECORK), las agencias Trek & Ride, Albatros Tours y Namasté Viajes, y el Consorci de Les Gavarres – llegó al Jardín Botánico El Aljibe, en Alcalá de los Gazules. Este espacio singular, enclavado en la sierra del Aljibe, es un testimonio vivo de la riqueza vegetal del Sector Aljíbico, con suelos de arenisca, nieblas persistentes y temperaturas suaves que propician una vegetación exuberante. Entre los senderos del jardín, los visitantes pudieron descubrir los famosos «canutos», valles profundos y sombríos donde perviven especies subtropicales y helechos relictos de otras épocas. Una introducción perfecta al paisaje que alberga uno de los ecosistemas más valiosos del sur de Europa.

Por la tarde, la expedición se dirigió al Hotel Casa Convento La Almoraima, en Castellar de la Frontera, un enclave histórico en plena naturaleza donde pernoctarían y donde, al día siguiente, se celebrarían las jornadas de sensibilización y networking. La finca La Almoraima, con sus más de 14.000 hectáreas, es conocida por su biodiversidad y por ser un auténtico refugio de la última selva mediterránea.

El 30 de enero, con las primeras luces del día, comenzaron las jornadas de sensibilización y networking centradas en las oportunidades que la digitalización ofrece al turismo vinculado al corcho. La inauguración estuvo a cargo del alcalde de Castellar de la Frontera, Adrián Vaca Carrillo, junto a José Antonio Murcia, gerente de Albatros Tours, y Paula Blanco, coordinadora de RETECORK y del proyecto Cork Experience.

A continuación, Rafael de Villasante García, arquitecto y especialista en diseño de espacios turísticos, ofreció la conferencia «Oportunidades de la digitalización en el turismo corchero». En su intervención, exploró cómo la tecnología y la cultura pop están transformando la forma en que los viajeros descubren y experimentan los destinos. Desde el impacto de las redes sociales y la realidad aumentada hasta el fenómeno de los «prosumers» (consumidores que generan contenido), Villasante destacó cómo el viajero moderno rechaza cada vez más la etiqueta de turista y busca experiencias únicas y auténticas.

Posteriormente, se desarrolló una mesa redonda sobre buenas prácticas en turismo sostenible y digitalización en el sector del corcho. Entre los participantes, destacaron Adrián Vaca Carrillo, alcalde de Castellar de la Frontera; Juan Manuel Fornell Fernández, director del Parque Natural de los Alcornocales; Gema Ramírez Guerrero, investigadora del INDESS de la Universidad de Cádiz; Emilio Romero Seda, director de la finca La Almoraima, y Wouter Van Wezemael, gerente de la agencia Trek and Ride. Juntos, compartieron experiencias e ideas sobre la sostenibilidad y la innovación digital en el turismo de naturaleza.

Después de la mesa redonda, todos los asistentes participaron en una sesión de networking, que propició un ambiente de intercambio de impresiones en relación con el proyecto, permitió resolver dudas y valorar posibilidades de colaboración. En este espacio de conexión, se reunieron empresas del sector turístico, técnicos de turismo, representantes políticos, artesanos del corcho y expertos en el ecosistema corchero y en el uso sostenible de espacios naturales, consolidando la red de actores involucrados en el impulso del turismo corchero.

Por la tarde, el grupo visitó la fábrica de corcho de La Almoraima, donde pudieron conocer de cerca el proceso de transformación del material que da vida al proyecto Cork Experience. Posteriormente, un recorrido en 4×4 por la finca permitió adentrarse en el corazón del bosque mediterráneo y contemplar su riqueza natural desde una perspectiva privilegiada.

El 31 de enero, la jornada comenzó con un paseo a pie por el Sendero de la Duquesa, un recorrido inmerso en la belleza natural de la finca. La caminata sirvió para despedirse del paisaje antes de emprender el viaje hacia el pueblo viejo de Castellar de la Frontera, donde el grupo exploró su castillo medieval, testigo de siglos de historia.

Antes de la vuelta a casa, hubo una última parada en Jimena de la Frontera, otro rincón cargado de encanto e historia, donde se realizó una breve visita. Con el mediodía avanzando, el grupo emprendió el camino final hacia sus respectivas comunidades autónomas, cerrando tres días intensos de aprendizaje, descubrimiento y fortalecimiento de la comunidad en torno al corcho y su potencial turístico.

Así culminó esta etapa del proyecto Cork Experience, reafirmando el compromiso con la divulgación, la innovación y la sostenibilidad en el ámbito del corcho y los territorios corcheros nacionales.

Hombres (y mujeres) del corcho

Y como colofón de nuestra ruta por los territorios corcheros de la Península, pusimos rumbo hacia las provincias andaluzas corcheras por excelencia: Cádiz y Málaga.

Justo en la frontera entre estas dos provincias, en uno de los principales accesos al Parque Natural de Los Alcornocales, se ubica uno de los centros de referencia para el sector corchero andaluz: la Suberoteca de Andalucía, en el término municipal de Alcalá de los Gazules.

En este espacio dependiente de la Junta de Andalucía, se lleva un control exhaustivo de la calidad del corcho que se saca cada campaña. Un servicio de especial relevancia para un territorio donde la saca sigue teniendo un fuerte impacto sobre la economía local, especialmente de la mano de los jornales que perciben sacadores de corcho (corcheros) y arrieros.

En la Suberoteca tuvimos la oportunidad de conocer a Juan León “Moreno”, que trabaja para la Junta de Andalucía y que durante sus ratos libres convierte el corcho en verdaderas obras de arte de estilo rústico. Juan, que también es corchero, se abastece principalmente de las panas de corcho crudo que selecciona en cada campaña y que el mismo hierve y prensa. Como suele ocurrir, las herramientas empleadas para labrar el corcho son de lo más sencillas, y en su caso destaca una colección de cuchillos fabricados en Portugal que maneja con increíble precisión. Sus creaciones no se venden en ninguna feria y tampoco acepta encargos. Tan solo los visitantes de la Suberoteca tienen el privilegio de poder disfrutar de la pequeña exposición donde se muestran.

De Alcalá de los Gazules nos trasladamos hasta Jimena de la Frontera, otro municipio gaditano de gran tradición corchera, donde los sacadores de corcho y arrieros llevan tiempo organizándose con el objetivo de mejorar sus condiciones laborales.

Y es en esta localidad donde vive Javier, hijo y nieto de corcheros, cuya destreza y creatividad con el corcho nos sorprendió gratamente. Javier elabora en sus ratos libres estas maravillas, que solo comparte con familiares y amigos.

Todavía en la provincia de Cádiz, no podíamos dejar de visitar en Tarifa a Manuel Medina, al que conocimos a través de un programa de televisión de Canal Sur. Manuel, que de joven trabajó como arriero, es un autodidacta que ha desarrollado una técnica y un estilo muy particular en la confección de objetos y utensilios de corcho. En el pasado era habitual encontrarlo vendiendo sus artesanías por los mercados locales, pero el escaso reconocimiento al valor de su trabajo hizo que desistiera hace solo unos años. Aunque su actual ocupación ya no le deja mucho tiempo para dedicarle al corcho, todavía conserva la pasión por este material, así como una buena muestra de sus creaciones.

Y como última parada dentro de nuestra gira por tierras andaluzas, viajamos hasta la histórica localidad de Ronda, en los alrededores de la cual pudimos visitar el taller de Elena y José, o lo que es lo mismo: Sonrisas de Corcho.

Estos dos enamorados del alcornoque y de su piel, elaboran bisutería de muy alta calidad y belleza, además de otros objetos como cajas nido, lámparas, colgantes, etc. destacando su trabajo por la originalidad tanto de los diseños, como de los procedimientos aplicados. Iniciaron su actividad cuando todavía vivían en el cercano Valle del Genal, un paraíso para los amantes de las quercíneas y de la cultura morisca. Hasta la irrupción de la pandemia, vendían sus artesanías entre diferentes ferias anuales en las que participaban y un puesto permanente en una de las calles más turísticas de Ronda. Las herramientas que emplean son bastantes sencillas, abasteciéndose con pequeñas cantidades de corcho que consiguen a través de sus contactos en la zona.

No queremos finalizar esta crónica sin agradecer la amabilidad y generosidad de personas como Manuel Díaz, de la Suberoteca de Andalucía; Juan Manuel Gutiérrez, presidente de la Asociación de Corcheros y Arrieros de Andalucía (ACOAN); y especialmente dos “friquis” del corcho como yo: Ignacio García, Director Ejecutivo de Euronatura, y Agustín Coca, antropólogo de la Universidad Pablo de Olavide.

Territori Espadà

Espadán en red /Espadà en xarxa