Seguimos…

De nuevo buenas noticias y algunos cambios.

En primer lugar contaros que el pasado 10 de diciembre de 2021, nos reunimos con Isabel Queral y Leopoldo Monfort, responsable de medio ambiente y gerente de la Fundació Caixa Castelló, que han vuelto a depositar su confianza en nosotros financiando el Laboratorio de Fibras «FibresLab» con 10.000 €, a través de la Convocatoria de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible 2021, lanzada hace unos meses por CaixaBank.

El Laboratorio de Fibras «FibresLab» pretende aprovechar los aprendizajes extraídos del Laboratorio de Corcho «SuberLab» para continuar promocionando los recursos locales de la Sierra de Espadán, en este caso las fibras vegetales, con la inestimable ayuda de un nuevo aliado en el territorio: la Asociación Arrelaires.

Con este propósito se organizarán 5 talleres prácticos, de febrero a junio, que serán impartidos por artesanos y artesanas especialistas en diferentes técnicas y materiales, entre ellos esparto, mimbre, cáñamo y enea; además de una residencia creativa en julio donde los aprendices de los talleres compartirán espacio de trabajo con los promotores y promotoras del corcho.

Para la difusión de las actividades y la creación de un grupo de interés en torno a la manufactura con fibras vegetales, se ha decidido reutilizar el blog del Laboratorio de Corcho, incorporando los nuevos contenidos generados durante la ejecución de «FibresLab». A esta nueva herramienta de comunicación se le ha denominado Laboratorio Subersivo.

Por último, señalar que la Fundació Caixa Castelló también ha sido la primera entidad en realizar un encargo al grupo de promotores y promotoras del corcho surgido del proyecto «SuberLab», en concreto 100 llaveros de corcho natural de la Sierra de Espadán, que recrean el logotipo de la Fundació y que serán obsequiados a sus patronos durante las próximas fiestas navideñas.

Buenas noticias

En el laboratorio de corcho SuberLab estamos de enhorabuena, ya que la Diputación Provincial de Castellón nos ha comunicado que apoyará nuestro proyecto a través de la convocatoria de ayudas económicas para acciones innovadoras de fomento de empleo, emprendimiento y promoción económica, gracias a lo cual prolongaremos el periodo de ejecución del proyecto hasta octubre de 2021.

Las actividades a implementar con esta subvención consistirán en un taller práctico en torno al corcho, una residencia creativa y dos consultorías en materia de comercialización de artesanías y ecodiseño.

Agradecemos sinceramente el apoyo de esta entidad pública y desde hoy mismo la incluimos dentro del grupo de promotores del proyecto.

¿Por qué el corcho?

La Sierra de Espadán es un territorio montañoso, situado al sur de la provincia de Castellón, muy reconocido por la extensión de sus bosques de alcornoques, únicos en la Comunidad Valenciana, lo que le valió en 1998 la declaración como Parque Natural. Según el Fondo Mundial para la Naturaleza, los alcornocales se caracterizan por ser uno de los ecosistemas forestales con mayor biodiversidad del mundo, llegando a albergar hasta 135 especies vegetales por cada 1.000 m2.

Sin embargo, este ecosistema ya hace tiempo que padece un lento pero constante proceso de degradación relacionado con múltiples factores, entre los que destacaríamos el cambio climático -con la modificación del régimen de lluvias que éste conlleva- y el abandono de la actividad forestal vinculado a la baja rentabilidad del sector y a la escasa mano de obra disponbible a causa del despoblamiento. Todo ello se traduce en un deficiente estado sanitario de los alcornoques, que ven reducida su extensión en favor de las pináceas, con la consiguiente pérdida de biodiversidad y aumento de la vulnerabilidad frente a los incendios forestales que ello supone.

Muchos de los alcornoques de Espadán fueron plantados por sus antiguos pobladores a principios del siglo XX como respuesta al aumento de la demanda de corcho para la industria taponera de Cataluña y a la pérdida de recursos a consecuencia de la plaga de filoxera que asoló sus viñas. Este material ha sido empleado por la industria y artesanía local en la fabricación de múltiples utensilios, entre ellos sus emblemáticos tapones, hasta que a finales del siglo XX los derivados de petróleo se impusieron gracias a su menor coste y mayor versatilidad, lo que unido al encarecimiento de la mano de obra y a un estancamiento de los precios pagados, han supuesto el progresivo abandono del manejo de las fincas de alcornoque y la consiguiente degradación del ecosistema.

En la actualidad existen todavía varias fabricas en funcionamiento -situadas en Eslida y Soneja- que producen tapones para la industria alimentaria y que desmenuzan el corcho sobrante y de peor calidad y lo convierten en materia prima para otros tipos de industria (construcción, decoración, textil, etc.). No obstante, es difícil encontrar personas o empresas radicadas en el territorio que trabajen este material y lo transformen en otro tipo de bienes de consumo, tal y como puso de manifiesto el mapeo realizado por la asociación Arrelaires en verano de 2016.

Teniendo en cuenta que la extracción del corcho en la Sierra de Espadán sigue siendo una actividad semi-artesanal estrechamente vinculada a la gestión forestal sostenible, y en un contexto como el actual de crisis ecológica y pérdida de población en las zonas de interior, consideramos prioritario promover los usos y aprovechamientos de los recursos naturales presentes en el territorio, tratando de adaptarlos a las necesidades actuales y futuras de la sociedad.

Territori Espadà

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